Las naranjas son ricas en cal y sales alcalinas que ayudan a contrarrestar y a prevenir la acidosis en el cuerpo. También son excelentes para el tracto digestivo y ayudan a eliminar los residuos tóxicos del colon a través de mejorar la acción peristáltica. Las naranjas contienen una cantidad significativa de glutatión, que es crítico para la salud de los ojos y la función pulmonar. Las naranjas son muy buenas para los problemas respiratorios como el asma o la bronquitis y problemas cardiovasculares como la hipertensión y la EPOC.
Las naranjas actuar como un antiséptico interno para el cuerpo y tienen la capacidad de purificar y fortalecer todos los órganos del cuerpo. Las naranjas contienen propiedades anti-inflamatorias y anti-virales que son particularmente beneficiosas para aquellos que sufren de un resfriado, una gripe o un trastorno autoinmune, como el herpes zóster, la artritis, el SII, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica y la enfermedad de Raynaud.
Un zumo de naranja recién exprimido es un alimento predigerido y permite la absorción inmediata de todas las propiedades curativas que poseen las naranjas. Sin embargo, tenga en cuenta que el zumo de naranja perderá la mayor parte de su contenido de vitamina C al cabo de 30 minutos de haber sido exprimido, por lo que para obtener resultados óptimos bébalo inmediatamente.
Las naranjas enteras, peladas o cortadas en rodajas, son la mejor opción, ya que en la fibra y la médula es donde están los fitonutrientes y las propiedades curativas.
Las naranjas son un excelente alimento para perder peso debido a su alto contenido de pectina, que también ayuda a reducir el colesterol en sangre. Las naranjas son una ideal “comida rápida”, fácil de transportar, delicioso para comer y proporcionan una constante energía durante todo el día.


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